Días impares

Quiero que conozcas la verdad sobre los días impares 🐸☕

Este café fue soñado tantas veces, que ahora que existe, parece un milagro.
Quiero que conozcas la verdad sobre los días impares.
No es que sean raros.
Es que no se repiten.
Yo los he visto desde esta taza —mi casa, mi estanque—, donde nado en leche espumosa y escucho el tintinear de cucharitas como si fueran señales.

Aquí llegan los que andan sin coordenadas, pero con destino.
Los que sospechan que entre el lunes y el martes puede haber magia también.

A veces me preguntan qué se toma en los días que no siguen reglas.
Yo les contesto: un Pineapple Tonic.
Cold brew, jarabe natural de piña, agua tónica y un chispazo de insolencia.
Sabe a salto inesperado.

Menos mal que existes y no tengo que imaginarte, susurro cada vez que alguien entra sin saber que este lugar estaba esperando por ellos.

No sé si soy verde por naturaleza o por nostalgia,
si me quieres más el miércoles o el sábado,
pero mientras me quede esta taza,
voy a quedarme aquí, brincando despacito,
esperando a que vengas
a contarme qué fue de tu día.

¿Y tú, cómo te voy a encontrar si no te animas a aparecer?